CD con resultados electorales
Introducción
Los resultados de las elecciones que se incluyen en este CD son la base, junto con los datos de los registros cívicos y los padrones conseguidos, de los análisis sobre elecciones expuestos en los tres tomos.
Cada uno de los períodos tiene problemas propios, probablemente muy difíciles sino imposibles de solucionar ya. Cuentan, para el primero, las limitaciones de la información oficial (la Policía o el Congreso) en lo referente a inscripciones y escrutinios, a las que se agregan las de los periódicos. Las colecciones de éstos se han deteriorado (no hay presupuesto para mantenimiento ni conservación; el vandalismo influye; ni el personal ni las máquinas lectoras son los mejores; los microfilms o similares, al menos en nuestro medio, no son equivalentes de un buen original o se los tomó de ejemplares defectuosos). A lo que se agrega el problema de sus erratas, siempre al acecho. Baste un ejemplo, relativamente común, aunque privilegiado (favorecido) por la diversa información existente, la inscripción de 1897. Según La Nación (13/XIII/1897, p.5) los Inscriptos son 35137 aunque la suma de sus parciales da 34237. El cotejo con otra fuente (La Prensa, 17/XII/1897, p.5) nos advierte sobre algunas diferencias: en Piedad La Prensa tiene mil inscriptos más que La Nación y hay grandes discrepancias en San Bernardo y San Carlos entre ambos diarios. No sólo eso: el recuento de las parroquias nos dice que LN incluyó a todas y que LP omitió Las Heras.
La ayuda, no siempre disponible, acerca del número de mesas en que se votaba en cada parroquia (250 inscriptos por mesa) nos sirve de control aproximado. Concluimos que los inscriptos en Piedad de LP son los correctos (eran 10 mesas) y no los de LN; a la inversa, que en San Carlos y San Bernardo (7 y 4 mesas, respectivamente) los inscriptos de LN están bien mientras que LP ha hecho una trasposición de cifras.
Por lo demás, confirmamos que del total de mesas en que se votó, 143, 7 correspondían a Las Heras, la parroquia omitida por LP. Ahora los números de ambos diarios, con pequeñas variaciones, coinciden. Pero hay otra vuelta de tuerca: según los resultados electorales, en Del Carmen habrían votado 920 personas cuando los inscriptos, según ambos diarios, eran 910. Acá la existencia de dos Registros Cívicos de 1897, aunque incompletos, nos ayuda: el último número de inscripción en Del Carmen es el 1007. De esa manera llegamos a una aproximación razonable al número de inscriptos en esa ocasión.
Esos son los rasgos, aproximadamente, de los datos de las elecciones hasta fines del siglo XIX.
La situación mejora mucho a principios del siglo XX (Ley 4161, Registro Cívico de 1904) y se consolida con la ley Sáenz Peña. Pero aún después de ella, como lo muestran las observaciones que siguen, consignadas por Alberto Bernades, sigue habiendo dificultades. [Sin olvidar hechos como los siguientes: DC reunió, para su publicación, a mediados de la década de 1960, una parte de las estadísticas electorales que conservaba el Ministerio del Interior que luego, con la llegada de los militares comandados por Onganía, desaparecieron]
Para quien esté al tanto de la estadística electoral no chocará saber las dificultades que siempre presenta, es decir las discordancias de todo tipo que se encuentran. Es habitual que las sumas efectuadas en chequeos rutinarios no coincidan con los totales oficiales, lo cual crea la duda acerca de si estos fueron producto de una operación mal realizada o si los parciales publicados adolecen de erratas que han distorsionado nuestra suma. También los inscriptos, cifra que se supone inamovible, aparecen con grandes diferencias según la publicación. Los votantes son unos, pero cuando sumamos partido por partido, son otros. Como se ve, no hablamos de diferencias producto de visiones políticas encontradas. Y tampoco se deben a quizá pretéritos sistemas de contabilidad, ya que según se nos confía en la Dirección de Estadística Electoral del Ministerio del Interior, aun hoy, es decir en cercanas elecciones del siglo XXI, se encuentran actas firmadas por las autoridades correspondientes en las que un simple vistazo detecta que los votantes superan los inscriptos.
Otra diferencia, afortunadamente muy pocas veces expuesta, es la que se presenta entre “inscriptos” y “electores”. Los primeros son, obviamente, aquellos que acuden a inscribirse a fin de participar en el acto electoral, y luego de pasar a retirar el documento correspondiente quedan formalmente anotados como “electores”. Como no todos cumplen con esta segunda parte del trámite, surge una diferencia entre “inscriptos” y “electores”, diferencia formal que prácticamente no se tiene en cuenta pues las autoridades presentaban los resultados finales, es decir el número de “electores” como los “inscriptos”. Obsérvese a los “inscriptos” el 1° de abril de 1928, que serían 303.712. Sin embargo, en la elección siguiente, el 2 de marzo de 1930, al reproducir los diarios los días previos al comicio los datos del anterior, La Prensa dice que entonces los “inscriptos” fueron 322.327, y los “electores” 303.712. Esto era habitual cuando la inscripción era voluntaria, o sea antes de la Ley Sáenz Peña, como lo señalamos en la p. 411 del Tomo I, pero podía ocurrir en alguna circunstancia especial como fueron los reempadronamientos generales de 1927 y 1957 que dieron lugar a estas discrepancias.
Mejor olvidar estas sutilezas y concretarnos a lo importante, pero las comentamos para demostrar, una vez más, las dificultades de realizar un análisis afinado. El problema es que todas las estadísticas son de origen oficial. Y no se diga que unas son provenientes de resultados provisorios y otras de definitivos. Obviamente, solo hemos tomado los últimos. Ahora, por qué los resultados definitivos publicados en los diarios a veces no coinciden con los de las Memorias o Actas del Ministerio del Interior es algo que no tiene explicación, ya que después de efectuado el último escrutinio los sobres son incinerados, así que no puede argüirse que se hizo un más cuidadoso conteo.
La Ley Sáenz Peña, al hacer el voto obligatorio, nos ofreció otro motivo de perplejidad: el voto en blanco. Ignoramos por qué motivo los encargados de publicar los resultados electorales en sus comienzos consideraban a aquél indigno de tenerse en cuenta, por lo que era habitual su ausencia, o a lo sumo hallárselo en el total en la ciudad sin discriminar por circunscripción. O encontrarlo en las Actas o Memorias y no en los diarios. O viceversa. Hemos hallado un caso – elección de diputados del 31 de marzo de 1940 – en el que se expresa claramente que “no es posible dar el cómputo de los votos en blanco y anulados pues con exactitud no se alcanza a saber el número de votos, dadas las borratinas y agregados de candidatos hechos en las listas”.
Al respecto es interesante otro comentario, este proveniente de La Prensa del 5 de abril de 1924, en que al concluir la publicación del escrutinio del 23 de marzo anterior – renovación de 19 diputados, sin que se mencione en el resultado parcial diario la existencia de votos en blanco – se nos dice que “Los 7205 votos en blanco que figuran en los cómputos dados por la Junta no son todos lo que han aparecido en las urnas, debido a que en la mesa que presidía el Dr. Jantus no se llevó a cabo la cuenta de esos votos. Considera dicho magistrado que la Junta no está obligada por la ley electoral a hacer el cómputo de los votos en blanco, sino únicamente el de los obtenidos por los candidatos”. De manera que si quedaba al arbitrio de cada presidente de mesa el cómputo o no de dicha expresión, no nos extrañe la dificultad para encontrarla en los resultados, además de que ello explica el que se optara por volcar los obtenidos en total sin discriminar su procedencia (por ejemplo, para esta elección la Memoria del Ministerio del Interior, MEMI, que presenta los resultados por circunscripción de cada candidato, dice que los blancos para toda la ciudad fueron 10856 y los nulos 3349).
Seguramente los responsables finales consideraban que dar la cantidad por circunscripción estaría distorsionando la realidad, ya que dentro de cada uno de ellas habría mesas en que se los contabilizaba y otras en que no. Aunque ello fuera así llama la atención la laxitud en la interpretación de la ley, ya que si revisamos su texto – Título VII, “Del Escrutinio”, art. 59 a 64 – no hay la menor mención al voto en blanco. Podría decirse que la “abstención electoral” dispuesta por el radicalismo a partir de 1931 sería un justificativo para que las autoridades de turno ocultaran el voto en blanco – ya que si era mayoritario demostraría el rechazo de un partido, como ocurrió en 1957 y 1963 – pero lo cierto es que este criterio estuvo presente antes y después de dicha abstención. Nuevamente tenemos un comentario periodístico de un último día de escrutinio – 21 de setiembre de 1937 para las presidenciales del día 5 – por el cual vemos que ya se trataba de precisar ese caudal, que si no pesaba en la elección de candidatos era indicativo de un descontento ante la situación política –: “No obstante que la Junta no ha dado a conocer oficialmente la cantidad de sufragios en blanco, anulados o no computados, ellos pueden deducirse de la diferencia que existe entre los 407722 votos obtenidos en la elección del 5 de setiembre y los 395839 que suman los obtenidos por todos los partidos actuantes. Los mismos suman 11883”. Este argumento es repetido y ampliado once años después, con posterioridad a la elección de constituyentes del 5 de diciembre de 1948: “De acuerdo con la práctica establecida hace ya varios años, la Junta Escrutadora no computa los votos en blanco y anulados. En esa circunstancia, en virtud de la conocida actitud asumida por el Partido Socialista al determinar la denominada “abstención activa” por parte de sus afiliados y simpatizantes, tales sufragios adquieren una importancia hasta ahora no alcanzada. En realidad ha de resultar imposible establecer el número exacto de ellos, pero sí es posible establecerlo con bastante aproximación, mediante la comparación de las cifras oficiales relativas a cada circunscripción electoral. Y así tenemos que, deduciendo del total de votos confirmados al hacerse el recuento, el total de los obtenidos por los candidatos más votados en cada lista en la elección de convencionales, se llega a esa comprobación aproximativa. En consecuencia, si en la 1ª Sección votaron 90207 ciudadanos y 83771 lo hicieron por los candidatos de las listas oficializadas, pues esa cantidad resulta de la suma de los votos obtenidos por los Peronistas, Radicales, Comunistas y Concentración Obrera, en blanco y en forma determinante de la impugnación del sufragio lo hicieron 6436 ciudadanos. Esta cifra debe ser considerada aproximada a la realidad, no definitiva”. Efectivamente, estos eran los números que se podían obtener de tal ecuación matemática, realizable cuando el gobierno entregaba la cantidad de votantes y la suma de votos partidarios. Pero había ocasiones en que no proporcionaba este último término. Bueno, cuestión de sumar por nuestra cuenta. Sin embargo, cuando lo hacemos nos encontramos con que el resultado supera al número de votantes. Con lo cual el razonamiento queda invalidado. Además de confirmar lo que decíamos en las líneas iniciales acerca de las diferencias que se pueden encontrar al comparar los datos.
Para concluir con esta cuestión del voto en blanco, digamos que el mismo apareció siempre en forma clara solo a partir de la elección del 11 de noviembre de 1951. Y en cuanto a ausencias en los primeros tiempos de aplicación de la ley Sáenz Peña, habría que agregar la falta de mención a los votos nulos, que serían bastantes dado el desconocimiento para muchos del mecanismo electoral. Sobres con boletas de varios partidos o con más candidatos de los prescriptos obligaban a su anulación. Cuántos había en esa situación nos daría la proporción de ciudadanos desorientados a la hora de ejercer sus derechos y obligaciones cívicas.
Vayamos a las fechas, pues como hace más de 80 años que el comicio se celebra en un solo día, quizá desconcierte ese aparente desdoblamiento – 7 y 28 de abril de 1912, o 4 y 18 de febrero de 1923, por ejemplo –. No se trataba de un acto electoral repetido en toda la ciudad, sino que como el día convocado algunas mesas no habían funcionado “por inasistencia de las autoridades designadas para el funcionamiento de esos comicios”, debía llamarse nuevamente a comicios, pero sólo para esas mesas. Podría agregarse también que otras mesas se habían anulado por “carecer del acta de clausura”, o bien por haber llegado las urnas violentadas, por lo que, en suma, por una razón o por otra, había otro acto electoral en la ciudad pero solo en determinadas mesas. Y esta podía no ser una cuestión menor: en la elección del 30 de marzo de 1913 los candidatos del radicalismo Riú y Lagos tenían una diferencia de solo 35 votos. Como lo que estaba en juego eran tres bancas de diputados, y dos habían sido obtenidas por el socialismo, era imperioso saber a cuál de los dos radicales correspondía la tercera. Como para comprobar la importancia del dicho aquél de “cada voto cuenta”, en el escrutinio del 13 de abril la diferencia se redujo a solo 5 votos a favor de Lagos. (Colofón irónico: Lauro Lagos no se incorporó a la Cámara pues renunció a la misma apenas iniciadas las sesiones).
Incluso en el caso contrario, es decir cuando la amplitud de la diferencia en el caudal de votos de cada candidato permitía predecir que un escrutinio complementario era innecesario, se hacía nueva convocatoria en las mesas objetadas. Fue lo que ocurrió en la primera muestra de la ley Sáenz Peña, el 7 de abril de 1912, cuando después de efectuado el conteo se dijo, visto lo arriba expuesto, que no valía la pena llamar a un nuevo acto comicial que nada cambiaría en el elenco de diputados electos. Pero como la ley no había previsto esta circunstancia (“vacío legal”), se decidió finalmente que el 28 de abril se llevase a cabo la elección complementaria.
Otra dificultad con que nos encontramos es la de compatibilizar la presentación de los resultados tal como se hace actualmente, es decir cantidad de votos según partido, lo que parece obvio, con la que se realizaba en los inicios de la Ley Sáenz Peña. Entonces lo que primaban eran los candidatos y no los partidos, y los electores hacían borratinas en las boletas, ya que estaba permitido introducir cambios o modificaciones en las listas de cada agrupación. Se daban entonces curiosidades como en el citado escrutinio del 7 de abril de 1912, en que el primer candidato del radicalismo, Saguier, saliera en octavo lugar, mientras el 2°, Gallo, obtuvo el primer puesto. A la inversa y peor aún, en la elección del 23 de marzo de 1924 quien estaba 13° en la lista del partido, Guillermo Sullivan, por lo cual tenía pocas posibilidades ya que se dirimían 19 candidaturas, fue rescatado por el electorado hasta encumbrarse como primero. Anécdotas como esta hay muchas, pero lo que debemos recordar es que en los resultados publicados se exhibía la cantidad de votos obtenida por cada candidato, que era desigual para cada uno pese a integrar la misma lista. Como lo que interesaba era saber quiénes habían sido electos, esto era suficiente para ese momento. El problema lo tenemos al intentar comparar los logros partidarios, para lo que nos es útil ejemplificar con la elección del 7 de marzo de 1920, en la que se elegían 23 diputados.
La hemos tomado porque excepcionalmente la Memoria del Ministerio (MEMI) 1919-20 (Tomo I, pp. 42 a 50) volcó no sólo los resultados por candidato y por circunscripción, sino los “votos obtenidas por los partidos en lista completa”. De ella podemos extraer varias conclusiones: 1°) se podían sacar promedios de caudal partidario, como a veces la hacía el propio Ministerio, cuando en elecciones posteriores y con fines comparativos presentaba los resultados precedentes – por ejemplo, en esta del 7 de marzo de 1920 la gama de la UCR iba de 60664 (hay pequeña errata) para el primero a 57921 para el último de su lista; efectuada la operación correspondiente, el promedio partidario da 58745 –; 2°) había casos en que el promedio no era más que eso, ocultando la significación de determinadas figuras sin las cuales el partido carecería de arrastre; el ejemplo prototípico sería el de Alfredo Palacios en esta elección, pues ya con su propio partido, el Socialismo Argentino, obtuvo 8726 sufragios, pero el que le seguía en la lista sólo llegó a 2681, continuando los 14 restantes en una pendiente amesetada que terminaba en 2333. Los comentarios referentes a la significación promedio del Socialismo Argentino sin Palacios son innecesarios. 3°) por último, la susodicha presentación de “votos obtenidos por lista completa” nos ilustra, lamentablemente por única vez, acerca de cuántos eran seguidores incondicionales del respectivo partido como para votar a todos sus candidatos sin introducir cambios en su lista. Veamos esto en un cuadro-resumen ad hoc que hemos preparado:
PARTIDO POLÍTICO (7/3/1920) CAPITAL FEDERAL | CANDIDATO MÁS VOTADO | CANDIDATO MENOS VOTADO | PROMEDIO PARTIDO | VOTOS OBTENIDOS POR LISTA COMPLETA |
---|---|---|---|---|
Unión Cívica Radical | 60664* | 57921 | 58745* | 54111* |
Partido Socialista | 55000 | 51073 | 52575 | 48898 |
Partido Demócrata Progresista | 41760 | 35336 | 37733 | 32962 |
Partido Socialista Argentino | 8726 | 2333 | 2808 | 2277 |
Partido Socialista Internacional | 2937 | 2788* | 2777 | 2722 |
* Corregimos erratas a partir de una revisión sumaria. No hemos controlado todos los cuadros.
[DC. Esa información tan detallada, como otras que conocí muchos años después, es prueba de la riqueza de datos con que contaba el Ministerio del Interior para el análisis de la coyuntura política a través de los resultados electorales. Hasta donde sé, nada de eso se ha conservado. Ejemplo más reciente es el de los Inscriptos por sexo en la Capital Federal en 1973, por sección, que en su momento me facilitaron.
Ofrezco como aproximación, del mismo Ministerio, datos globales para las dos instancias electorales presidenciales, respetando su distinción entre votos positivos y los que no lo son:
Marzo de 1973
PARTIDOS POLÍTICOS | VOTOS | % | |
---|---|---|---|
FREJULI | V | 327302 | 39,44 |
M | 336265 | 34,88 | |
T | 663567 | 36,99 | |
U.C.R. | V | 200198 | 24,12 |
M | 226295 | 23,47 | |
T | 426493 | 23,77 | |
AL. POP. FED. | V | 123562 | 14,89 |
M | 208071 | 21,58 | |
T | 331633 | 18,49 | |
AL. POP. REV. | V | 124257 | 14,97 |
M | 134390 | 13,94 | |
T | 258647 | 14,42 | |
AL. REP. FED. | V | 8765 | 1,06 |
M | 12846 | 1,33 | |
T | 21611 | 1,20 | |
NUEVA FUERZA | V | 22042 | 2,66 |
M | 23066 | 2,39 | |
T | 45108 | 2,51 | |
SOC. DEMOC. | V | 13216 | 1,59 |
M | 12015 | 1,25 | |
T | 25231 | 1,41 | |
SOC. de los TRAB. | V | 7737 | 0,93 |
M | 8516 | 0,88 | |
T | 16253 | 0,91 | |
F.I.P. | V | 2820 | 0,93 |
M | 2605 | 0,27 | |
T | 5425 | 0,30 | |
VOTOS POSITIVOS | V | 829899 | 98,15 |
M | 964069 | 98,27 | |
T | 1793968 | 98,21 | |
EN BLANCO | V | 12080 | 1,43 |
M | 9889 | 1,01 | |
T | 21969 | 1,20 | |
ANULADOS | V | 3599 | 0,43 |
M | 7114 | 0,73 | |
T | 10713 | 0,59 | |
VOTANTES | V | 845578 | 88,10 |
M | 981072 | 88,79 | |
T | 1826650 | 88,50 | |
ELECTORES HÁBILES | V | 959169 | |
M | 1104947 | ||
T | 2064116 |
Septiembre de 1973
PARTIDOS POLÍTICOS | VOTOS | % | ||
---|---|---|---|---|
PERON - PERON | FREJULI | V | 363396 | 43,84 |
M | 391706 | 40,8 | ||
T | 755102 | 42,21 | ||
F.I.P. | V | 59053 | 7,12 | |
M | 68224 | 7,11 | ||
T | 127277 | 7,12 | ||
TOTAL | V | 422449 | 50,97 | |
M | 459930 | 47,91 | ||
T | 882379 | 49,33 | ||
U.C.R Balbín - De la Rúa | V | 259764 | 31,34 | |
M | 298992 | 31,15 | ||
T | 558756 | 31,24 | ||
AL. REP. FED. Manrique - M. Raymonda | V | 123569 | 14,91 | |
M | 179607 | 18,71 | ||
T | 303176 | 16,95 | ||
SOC. de los TRAB. Coral - Sciappone | V | 23085 | 2,79 | |
M | 21458 | 2,24 | ||
T | 44543 | 2,49 | ||
VOTOS POSITIVOS | V | 828867 | 98,47 | |
M | 959987 | 98,47 | ||
T | 1788854 | 98,47 | ||
EN BLANCO | V | 9730 | 1,16 | |
M | 9353 | 0,96 | ||
T | 19083 | 1,05 | ||
ANULADOS | V | 3134 | 0,37 | |
M | 5543 | 0,57 | ||
T | 8677 | 0,48 | ||
VOTANTES | V | 841731 | 86,08 | |
M | 974883 | 87,68 | ||
T | 1816614 | 86,93 | ||
ELECTORES HÁBILES | V | 977864 | ||
M | 1111862 | |||
T | 2089726 |
Pero no nos alejemos de nuestro objetivo, que era el demostrar que hasta promediar el siglo XX, lo que en los resultados electorales presentados pasaba por votos partidarios no eran más que los del candidato más votado dentro de cada agrupación, que a veces ni era el primero de su lista. Y que se encuentran grandes diferencias según la fuente, ya que en ocasiones, inadvertidamente o no, se toman los promedios elaborados por el Ministerio del Interior.
Corolario de esta situación es que, así como los votos en blanco se descartaban por considerárselos inútiles, igual proceder se tenía con los partidos minoritarios, que habitualmente no eran tenidos en cuenta a la hora de publicar los resultados electorales. Veamos lo ocurrido el 23 de marzo de 1924, en la que la Memoria nos da las cifras que muestra el cuadro, pero agrega que además participaron el Partido Unitario, que obtuvo 903 votos, Salud Pública (1430), Obreros Independientes (740), Liberales Georgistas (1225) y Feminista Nacional (1311), sin discriminar por circunscripción. Obviamente, cuando ni la Memoria ni los diarios informaban de este caudal electoral (5609 votos) nos encontramos con esas diferencias que no se sabe a qué se deben. Sigamos con esta elección porque afortunadamente, con los datos que nos proporciona la Memoria sumados a los de La Nación pudimos, en este caso, cerrar el círculo y ver los diferentes criterios que se tenían para contabilizar los sufragios.
Tenemos por un lado, si sumamos los votos de los cinco partidos, 165195 votantes. Comparemos con los 170218 que nos da la Memoria: la diferencia es de 5023. O sea que por escasos 586 votos (5609-5023) vemos que si se tomara el caudal de los partidos descartados se llegaría casi al total de votantes.
Sin embargo, en La Nación del 29 de marzo están los votantes por circunscripción y en total: 184430: gran diferencia de 14212. Volvamos a la Memoria: en un lugar nos dice que hubo 10856 votos en blanco y 3349 impugnados: total 14205. Y en otra página nos habla de 14199 votos en blanco. O sea que han sumado los dos (leve diferencia de 6) y nos los presentan como blancos. También, con escasa diferencia de 7, vemos que si sumamos los votantes totales de la Memoria con sus blancos tendremos los votantes totales de La Nación.
Suponemos que ha quedado matemáticamente claro, pero lo expresamos ahora sin números. Los partidos minoritarios no se contabilizaban por circunscripción, a lo sumo se los agrupaba en la masa total de votantes junto con los demás partidos. Los votos en blanco y nulos directamente eran descartados; parece que en primera instancia eran sumados a la masa de votos de todos los partidos, pero en la Memoria eran apartados de ella y sólo se informaba de su existencia, incluso agrupando blancos y nulos.
Conclusión
Sirvan estas consideraciones de advertencia, en el sentido de que si bien distintas personas (DC y colaboradores a lo largo de muchos años, AB para esta ocasión) han examinado con detenimiento y verificado en más de una oportunidad la información, ésta puede no ser impecable. Por eso, como siempre, agradeceremos el señalamiento de erratas o incongruencias que lectores atentos, colaboradores serviciales, nos hagan llegar.
Buenos Aires, diciembre del 2007
P.S. Hemos agregado a último momento, gracias a la colaboración de Hernán R. Gonçalves Figueiredo, los resultados de la elección presidencial del 28 de octubre del 2007, cuyo análisis no hemos presentado.
El detalle de las elecciones que se incluye surge del siguiente cuadro, para el que valen varias observaciones: el voto de la mujer comenzó en 1951 (acá elección N° 60). Hay ocasiones en que se carece de la discriminación por sexo; se las rotula AS (ambos sexos). En las columnas de Inscriptos y Votantes a veces faltan datos: se lo indica con NO. Cuando en la columna de Votantes figura NO CORRESPONDE es porque se trata de una elección con un único partido: allí coinciden sus votos con los de los votantes (podría no ser así, pero aparentemente no era el caso en esa época). A veces (años 1913, 1926) nuestros totales difieren levemente de los que traen las Memorias del Ministerio del Interior. Hemos ignorado los valores oficiales por no estar discriminados por sección. Por las razones que se han dado antes, la suma de los votos por los partidos políticos puede diferir, en más o menos, de la de los votantes. Por último, en el resto de las celdas del cuadro, un asterisco, *, señala que se cuenta con datos.
N° | FECHA | ELECCIÓN DE | SEXO | INSCRIPTOS | VOTANTES |
---|---|---|---|---|---|
1 | 14/02/1864 | Diputados | Varones | * | * |
2 | 28/03/1869 | Gobernador | Varones | * | * |
3 | 31/03/1872 | Gobernador | Varones | * | * |
4 | 01/01/1873 | Diputados | Varones | * | * |
5 | 01/02/1874 | Diputados | Varones | * | * |
6 | 30/03/1879 | Senador | Varones | * | * |
7 | 01/02/1880 | Diputados | Varones | NO | No corresponde |
8 | 28/03/1880 | Senador | Varones | NO | * |
9 | 11/04/1880 | Presidente | Varones | NO | * |
10 | 07/02/1886 | Diputados | Varones | * | NO |
11 | 11/04/1886 | Presidente y vice | Varones | * | * |
12 | 24/03/1889 | Senador | Varones | NO | No corresponde |
13 | 02/02/1890 | Diputados | Varones | * | No corresponde |
14 | 15/03/1891 | Senadores | Varones | * | No corresponde |
15 | 07/02/1892 | Diputados | Varones | * | * |
16 | 10/04/1892 | Presidente y vice | Varones | * | No corresponde |
17 | 23/07/1893 | Senador | Varones | * | No corresponde |
18 | 04/02/1894 | Diputados | Varones | * | * |
19 | 03/02/1895 | Senador | Varones | * | No corresponde |
20 | 24/03/1895 | Diputados | Varones | * | * |
21 | 08/03/1896 | Diputados | Varones | * | * |
22 | 10/04/1898 | Presidente | Varones | * | * |
23 | 06/03/1904 | Senadores | Varones | * | * |
24 | 13/03/1904 | Diputados | Varones | * | * |
25 | 10/04/1904 | Presidente y vice | Varones | * | * |
26 | 11/03/1906 | Diputados | Varones | * | * |
27 | 08/03/1908 | Diputados | Varones | * | * |
28 | 06/03/1910 | Senador | Varones | * | * |
29 | 13/03/1910 | Presidente y Vice y Diputados | Varones | * | * |
30 | 07/04/1912 | Diputados | Varones | * | * |
31 | 07/04/1912 | Senador | Varones | * | * |
32 | 30/03/1913 | Diputados | Varones | * | * |
33 | 30/03/1913 | Senador | Varones | * | * |
34 | 22/03/1914 | Diputados | Varones | * | * |
35 | 02/04/1916 | Diputados | Varones | * | * |
36 | 02/04/1916 | Presidente | Varones | * | * |
37 | 03/03/1918 | Diputados | Varones | * | * |
38 | 23/03/1919 | Diputados | Varones | * | * |
39 | 23/03/1919 | Senador | Varones | * | * |
N° | FECHA | ELECCIÓN DE | SEXO | INSCRIPTOS | VOTANTES |
40 | 07/03/1920 | Diputados | Varones | * | * |
41 | 04/02/1923 | Senador | Varones | * | * |
42 | 23/03/1924 | Diputados | Varones | * | * |
43 | 07/03/1926 | Diputados | Varones | * | * |
44 | 01/04/1928 | Presidente y vice | Varones | * | * |
45 | 02/03/1930 | Diputados | Varones | * | * |
46 | 08/11/1931 | Diputados | Varones | * | * |
47 | 08/11/1931 | Presidente y vice | Varones | * | * |
48 | 08/11/1931 | Senadores | Varones | * | * |
49 | 24/03/1935 | Senador | Varones | * | * |
50 | 01/03/1936 | Diputados | Varones | * | * |
51 | 05/09/1937 | Presidente y vice | Varones | * | * |
52 | 27/03/1938 | Diputados | Varones | * | * |
53 | 31/03/1940 | Diputados | Varones | * | * |
54 | 31/03/1940 | Senador | Varones | * | * |
55 | 01/03/1942 | Diputados | Varones | * | * |
56 | 24/02/1946 | Diputados | Varones | * | * |
57 | 24/02/1946 | Presidente | Varones | * | * |
58 | 07/03/1948 | Diputados | Varones | * | * |
59 | 05/12/1948 | Constituyentes | Varones | * | * |
60 | 11/11/1951 | Diputados | Varones | * | * |
60 | 11/11/1951 | Diputados | Mujeres | * | * |
61 | 11/11/1951 | Presidente | Varones | * | * |
61 | 11/11/1951 | Presidente | Mujeres | * | * |
62 | 25/04/1954 | Diputados | Varones | * | * |
62 | 25/04/1954 | Diputados | Mujeres | * | * |
63 | 28/07/1957 | Constituyentes | Varones | * | NO |
63 | 28/07/1957 | Constituyentes | Mujeres | * | NO |
64 | 23/02/1958 | Presidente | Varones | * | * |
64 | 23/02/1958 | Presidente | Mujeres | * | * |
65 | 27/03/1960 | Diputados | Varones | * | NO |
65 | 27/03/1960 | Diputados | Mujeres | * | NO |
66 | 05/02/1961 | Senador | Ambos sexos | * | * |
67 | 18/03/1962 | Diputados | Ambos sexos | * | * |
68 | 07/07/1963 | Diputados | Ambos sexos | * | NO |
69 | 07/07/1963 | Presidente y vice | Ambos sexos | * | NO |
70 | 14/03/1965 | Diputados | Ambos sexos | * | * |
71 | 11/03/1973 | Diputados | Varones | Sólo total | Sólo total |
71 | 11/03/1973 | Diputados | Mujeres | Sólo total | Sólo total |
72 | 11/03/1973 | Presidente y vice | Ambos sexos | * | * |
73 | 15/04/1973 | Senadores 2ª Vuelta | Ambos sexos | * | * |
74 | 23/09/1973 | Presidente y vice | Varones | Sólo total | Sólo total |
74 | 23/09/1973 | Presidente y vice | Mujeres | Sólo total | Sólo total |
75 | 30/10/1983 | Diputados | Varones | * | * |
75 | 30/10/1983 | Diputados | Mujeres | * | * |
76 | 30/10/1983 | Presidente y vice | Varones | * | * |
76 | 30/10/1983 | Presidente y vice | Mujeres | * | * |
77 | 03/11/1985 | Diputados | Varones | * | * |
77 | 03/11/1985 | Diputados | Mujeres | * | * |
78 | 06/09/1987 | Diputados | Varones | * | * |
78 | 06/09/1987 | Diputados | Mujeres | * | * |
79 | 14/05/1989 | Diputados | Varones | * | * |
79 | 14/05/1989 | Diputados | Mujeres | * | * |
80 | 14/05/1989 | Presidente y vice | Varones | * | * |
80 | 14/05/1989 | Presidente y vice | Mujeres | * | * |
81 | 08/09/1991 | Diputados | Varones | * | * |
N° | FECHA | ELECCIÓN DE | SEXO | INSCRIPTOS | VOTANTES |
81 | 08/09/1991 | Diputados | Mujeres | * | * |
82 | 28/06/1992 | Senador | Varones | * | * |
82 | 28/06/1992 | Senador | Mujeres | * | * |
83 | 03/10/1993 | Diputados | Varones | * | * |
83 | 03/10/1993 | Diputados | Mujeres | * | * |
84 | 10/04/1994 | Convencionales | Varones | * | * |
84 | 10/04/1994 | Convencionales | Mujeres | * | * |
85 | 14/05/1995 | Diputados | Varones | * | * |
85 | 14/05/1995 | Diputados | Mujeres | * | * |
86 | 14/05/1995 | Presidente | Varones | * | * |
86 | 14/05/1995 | Presidente | Mujeres | * | * |
87 | 08/10/1995 | Senador | Varones | * | * |
87 | 08/10/1995 | Senador | Mujeres | * | * |
88 | 30/06/1996 | Convencionales | Varones | * | * |
88 | 30/06/1996 | Convencionales | Mujeres | * | * |
89 | 30/06/1996 | Jefe de Gobierno | Varones | * | * |
89 | 30/06/1996 | Jefe de Gobierno | Mujeres | * | * |
90 | 26/10/1997 | Diputados | Varones | * | * |
90 | 26/10/1997 | Diputados | Mujeres | * | * |
91 | 24/10/1999 | Diputados | Varones | * | * |
91 | 24/10/1999 | Diputados | Mujeres | * | * |
92 | 24/10/1999 | Presidente y vice | Varones | * | * |
92 | 24/10/1999 | Presidente y vice | Mujeres | * | * |
93 | 07/05/2000 | Jefe de Gobierno | Varones | * | * |
93 | 07/05/2000 | Jefe de Gobierno | Mujeres | * | * |
94 | 07/05/2000 | Legisladores | Varones | * | * |
94 | 07/05/2000 | Legisladores | Mujeres | * | * |
95 | 14/10/2001 | Diputados | Varones | * | * |
95 | 14/10/2001 | Diputados | Mujeres | * | * |
96 | 14/10/2001 | Senadores | Varones | * | * |
96 | 14/10/2001 | Senadores | Mujeres | * | * |
97 | 27/04/2003 | Presidente y vice | Varones | * | * |
97 | 27/04/2003 | Presidente y vice | Mujeres | * | * |
98 | 24/08/2003 | Diputados | Varones | * | * |
98 | 24/08/2003 | Diputados | Mujeres | * | * |
99 | 24/08/2003 | Jefe de Gobierno 1ª Vuelta | Varones | * | * |
99 | 24/08/2003 | Jefe de Gobierno 1ª Vuelta | Mujeres | * | * |
100 | 24/08/2003 | Legisladores | Varones | * | * |
100 | 24/08/2003 | Legisladores | Mujeres | * | * |
101 | 14/09/2003 | Jefe de Gobierno 2ª Vuelta | Varones | * | * |
101 | 14/09/2003 | Jefe de Gobierno 2ª Vuelta | Mujeres | * | * |
102 | 23/10/2005 | Diputados | Varones | * | * |
102 | 23/10/2005 | Diputados | Mujeres | * | * |
103 | 23/10/2005 | Legisladores | Varones | * | * |
103 | 23/10/2005 | Legisladores | Mujeres | * | * |
104 | 03/06/2007 | Jefe de Gobierno 1° Vuelta | Varones | * | * |
104 | 03/06/2007 | Jefe de Gobierno 1° Vuelta | Mujeres | * | * |
105 | 24/06/2007 | Jefe de Gobierno 2° Vuelta | Varones | * | * |
105 | 24/06/2007 | Jefe de Gobierno 2° Vuelta | Mujeres | * | * |
106 | 28/10/2007 | Presidente y vice | Varones | * | * |
106 | 28/10/2007 | Presidente y vice | Mujeres | * | * |